jueves, 28 de mayo de 2020

Free Mary Jane... rest in peace

La vi por primera vez un 19 de mayo en uno de mis paseos de la fase 0. Había estado dando un paseo a pie por el barrio, y a la vuelta me detuve en la Plaza de la Iglesia Rota a reconocer el terreno. Las jardineras estaban habitadas por hierbas silvestres que habían aprovechado para crecer durante la cuarentena, escapándose del rigor categórico de los jardineros. 

Buscaba amapolas, creo recordar, pero repasaba con la mirada todas las florecillas silvestres, incluídas unas plantas que parecían berzas y que resultaron ser berzas. En flor. Y entonces la vi a ella, Mary Jane. "¡Pero bueeenooo, cómo tú por aquí? ¿De dónde sales, te ha plantado alguien o sales de una semilla que se le ha caído a un pájaro? En cualquier caso, amiga Mary... no creo que dures mucho. Hasta que alguien te vea y te arranque. Te va a dar igual no haber dado tu fruto inflorescente... no va a haber piedad para ti. Pero yo sí, yo te respetaré y te visitaré con discreción para no revelar dónde estás."


Y así fue; le visité a  escondidas y le hice fotos con total disimulo, para que quien me viera no sintiera curiosidad de qué estaba retratando, delatando así su existencia. Que la gente es muy envidiosa y en cuanto te ven apuntando la cámara a algún sitio ya vienen detrás con la suya, antes de ver qué estás fotografiando.


Volví a visitarla y retratarla el día 22...

 
...y el día 26...


Pasé varios días por las jardineras donde solía vivir, y me alegré viendo que ahí estaba, que se mantenía con vida...

...hasta que Madrid pasó a la fase 1, y abrieron las terrazas, y pasé por allí y mi corazón dio un pequeño salto cuando vi que todas las jardineras habían sido limpiadas de malas hierbas, y con ellas segaron la vida de ella, la buena yerba, mi Mary Jane.

Descansa en paz, donde quiera que estés.

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