lunes, 26 de mayo de 2014

Trío gatuno

¡Esta vez me he atrevido con tres gatitos a la vez! Son trillizos casi idénticos, así que los primeros días eran como una masa gatuna indefinida; una masa que dormía, se despendolaba en todas direcciones, comía, se acurrucaba encima de mi... No sabía cuál era cual, si era siempre el mismo que se comia los trocitos de jamón york que les daba, si les hacía cariños a todos por igual... y era imposible descubrir su personalidad individual. Por más que intentara distinguirlos no encontraba diferencias significativas en su aspecto.


Así que un día decidí que les tendría que poner una cinta al rededor del cuello -y así lo hice: rosa fuxia para la chica, y moradito y gris perla para los chicos. Esa misma noche les puse nombres: 

Suna ella
Uri el de la cinta morada

Y el de la cinta gris, Blas

 Aunque pensé que si se les caían las cintas sería volver a empezar, afortunadamente acabé encontrando cómo distinguirlos; ¡por el dibujo de la cabecita! El dibujo de Uri es redondito, como una letra U invertida, Blas tiene como unas flechitas, o una letra A, y el dibujo de Suna es mucho más difuminado. Me tengo que fijar bastante, pero al algo es algo.


He aquí la noche del "bautismo":

De momento los gatitos llevan solo una semana en casa, y son super dulces y super sociables con todo el mundo, ni se inmutan si estan durmiendo y llega alguien de fuera; miran con leve curiosidad y siguen a lo suyo, no como los últimos que tuve que se escondían debajo del sofá cuando oían la puerta de la calle. Y por supuesto, como todos los gatitos, son super juguetones; no paran salvo para dormir, y son divertidísimos -para entretenerme no necesito más que cachondeo gatuno y cámara en ristre.




Mirando a Flecha desde la seguridad del sillón
El sooool...

Con Flecha, mi huroncita ya anciana, aún no acaban de tener interés en interactuar; cuando ella se pasea por la casa ellos se quedan quietos donde estén hechos un ovillo y la siguen con la mirada. Tienen curiosidad, pero creo que también sienten respeto; la cosa no ha cambiado mucho desde el día que la conocieron:


En estos cuatro o cinco días que ya les tengo a cada uno identificado he notado algunos rasgos de su caracter individual. Suna por ejemplo es la que siempre se me sube sobre las piernas cuando estoy con el ordenador. Según estaba escribiendo esto he notado que uno de ellos se me subía y ni he mirado; ya sabía que era ella. Bueno, luego sí he mirado para confirmar. Y es ella. Pero además de ser la más "enmadrada", cuando les doy trocitos de jamón o algo que les gusta es una ansiosa! Le pone a quien este cerca pidiendo la pata en los morros o en la cabeza y la estira para alejarles, y me coge la mano con sus zarpitas para que no me lo lleve, ¡qué tía!

¿Y los chicos? Pues un poco más gamberrotes y aventureros; juegan más, y más a lo bruto. Igualito que las crias humanas. 

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domingo, 25 de mayo de 2014

Sexualidad y arte infantil

Ayer estábamos unos cuantos coleguillas reunidos en alegre francachela. Uno de los presentes fue con su hija de ocho años recién cumplidos, a quien llamaremos Ana para preservar su anonimato. Ana es una niña cariñosa y alegre, vivaracha... esta era la tercera vez que coincidía con ella desde el verano, y aunque cada vez hemos tenido buen rollo tampoco habíamos intimado.

En un momento de la tarde, Ana se acercó a mi con su cuaderno de dibujos, y me enseñó esto con una sonrisa, yo diría que entre orgullosa y retadora:


 Me quedé un poco perpleja y descolocada; no estaba segura de lo que representaba el dibujo, y le dije: Ah, ¿está naciendo el bebé? Los monigotes de las tetas supuse que estarían mamando, aunque me parecía un poco precoz estar dibujando un parto a su edad. Ella me miró con condescendencia, y me dijo: "Mira este otro, así ya sabes de qué va" Hasta me leyó los bocadillos ella misma:


Aquí ya estaba claro, efectivamente, de qué iba la cosa, y yo no estaba muy segura de qué debía decir. En mi cabeza buscaba la reacción correcta, pero estaba totalmente descuadrada. Ana siguió enseñándome sus dibujos, que estaban numerados y ¡contaban una historia!

Después de hacer el amor ella se queda dormida

Él aprovecha para tocarla, besarla el chimi 

Más toqueteo (obsérvense las líneas de las manos a las zonas que él toca)

En el dibujo nº 8 participa un robot, no recuerdo cómo -pero "inocente" dentro de lo que cabe. Y en el siguiente, él la tiene en brazos y ella se despierta y grita "¡Aaaaa!". Obsérvese la cara de él de "oh-oh, se ha liado". 

El dibujo 10 es una bombilla tachada que representa "Ni idea", (no entiendo quién piensa eso) Ella se enfada y corre tras él (por eso se le mueven las tetas) "¡Te mato!"

La viñeta 12 se titula "la reconciliación". Obsérvese el pecho y abdominales de él, todo buenorro. ¿Y qué mejor reconciliación que hacer el amor? Pene erecto y todo ha dibujado.

Total, que en la faena, ella recibe una llamada de su jefe; "me visto y luego seguimos" le dice al novio. Se pone los pantalones. Su jefe le espera con 9.999€ y un ipod, porque ella es muy buena en su trabajo.

Ella lo recibe contenta y de la emoción, se quita el sujetador.

Lo inevitable sucede. 
¿Qué, cómo os habéis quedado? ¿Qué le hubierais dicho vosotros? Pues yo le dije que tenía mucha imaginación y que sus dibujos eran muy bonitos. "Sí ya, bonitos. Son un poco guarros" me dijo sonriendo. "Bueeno, un poco sí, pero no pasa nada." "Si mis padres me lo vieran se enfadarían muchísimo conmigo" "Noo, a lo mejor tendrían una conversación contigo, hablaríais de ello..." Y eso es lo que creo que pasaría porque conozco a sus padres, lo mismo hasta lo han visto ya. 

Cuando Ana vio que a mi me parecía todo estupendo, me dijo: "Venga, ¿dibujamos más? Que sea así, como lo otro, ¿qué dibujo?"  Yo pensé en qué le podía decir, pero no se me ocurría nada suficientemente inocente a la par que jugoso, y le dije que esa era su historia y ella era la artista, que tenía que seguir con su estilo. Y se puso a dibujar:



La chica está teniendo un bebé y el novio -que no es el padre- está enfadado porque está celoso. Así que decide beberse toda la leche de la teta de la madre, y el pobre bebé... bueno, tiene cruces por ojos, no parece buen síntoma.

Ana me dijo sonriente que cuando dibujaba estas cosas tenía una sensación rara en el chimi. "¿Como cosquillitas?" Le pregunté "Síii... como cosquillitas". Pues hala.

Me ha dejado pensando mucho todo este episodio. Respecto a mi respuesta a ella, cómo de correcta o incorrecta fue y por qué. En lo distinto que hubiera sido la reacción si le hubieran pillado ese cuaderno en un colegio en Estados Unidos y el trauma que hubieran causado a la pobre niña. Respecto a su precocidad y cómo de diferentes eran las cosas cuando yo era niña, respecto a la culpa que para muchas mujeres ha acompañado el sexo, y ella sin embargo... Respecto a lo sorprendente de que quisiera compartir eso conmigo, que me ha visto literalmente tres veces... tantas reflexiones.

Las fotos las tengo porque ella me lo sugirió (curioso, sí)  y yo estuve entusiasmada de poder tenerlas.

lunes, 5 de mayo de 2014

1up en Lavapiés

La primera vez que reparé en uno de estos 1up fue la pasada nochevieja; Carlos "Verduritas" me señaló uno y me dijo: "A tí te gustan estas cosas; ¿sabes qué significa one up? Es lo que te aparece cuando jugando un videojuego ganas una vida." Y yo pensé: "Curioso, pero yo no soy fan de los 1ups, no son lo mío."

Unos meses después, estoy recopilándolos. Así que esta entrada va por ti, Carlos! De momento van estos -no dudo que habrá más.



El pulpo ese también está por todos lados -no sé, quizás empiece a coleccionarlo.

Este con el corazón ubicuo de Ruina tapando la P



Este creo que es mi favorito. Por los colores, la localización, y porque está al lado de mi casa.

Un poco sosainas en blanco; a lo mejor se quedaron a medias.
Esta salió con gays enamorados de la mano... qué monos ellos. :D
Con esto de coleccionar 1ups es como si estuviera jugando un reality video game por el barrio. Por ahora tengo doce vidas; me río yo de los gatos!