domingo, 31 de mayo de 2020

Primera salida campestre: El pinar de Valdelatas

No estábamos seguros de que se pudiera salir al campo en la fase 1. Pili me había dicho que había que estar federado para poder salir al campo, yo no estaba segura de que se pudiera salir de Madrid capital, y además estaba el tema de que en teoría no se podía ir en el coche en el asiento de al lado si no eras conviviente. Por eso el sábado Luis fue con los niños al pinar para inspeccionar si había controles de la policía, y al ver el tema tranquilo planificamos una salida el domingo. 

Yo me pillé una bicimad a Plaza de Castilla, donde me recogería Luis en el coche. toda la castellana estaba cerrada al tráfico y reservada exclusivamente para peatones, así que tuve que ir por calles paralelas hasta llegar a mi destino. Allí esperé pacientemente haciéndome selfis para inmortalizar el momento


Daban lluvias para más tarde, pero aunque estaba muy nublado, la temperatura era muy buena. Tomamos nuestro picnic y charlamos cuerpo a cuerpo, después de tantas quedadas cibernéticas. Aunque no parecía que hiciera tanto tiempo que no nos habíamos visto.

Los peques estaban muy grandes y guapos. Disfrutaron el campo igual que si no hubieran estado el día anterior... son unos asilvestrados, y mola.





Emprendimos el regreso cuando vimos que estábamos un poco lejos para llegar al coche si se ponía a llover, y justo antes de llegar empezó a chispear. Justo a tiempo.

Luego estrenamos la temporada de terrazas en una de un parque cerca de casa de Luis. Todo perfecto, muy ricas las cervecitas, y cuando empezó a chispear de nuevo nos metimos en el coche y Luis me dejó al lado de una bicimad. 

Empezó a llover más fuerte mientras yo sacaba la tarjeta de bicimad, y me metí en un tejadillo para acabar de sacarla... y entonces se desató el diluvio universal. Ya éramos unos cuantos esperando debajo del tejadillo a que escampara, pero tras quince minutos de furia tormentosa saqué mi hule y me dispuse a cruzar a la carrera para ir a la parada del metro al otro lado de la calle... sabía que me iba a empapar las piernas, pero no era cuestión de seguir esperando. Al llegar al semáforo vi que la calle era un auténtico río, y al cruzar me empapé las zapatillas hasta el tobillo... menos mal que no hacía frío. Al llegar al andén las vías eran un rí de al menos un palmo de agua, nunca lo había visto así.

Bueno, al menos pude ver toda la parafernalia coronavírica del metro... pegatinas en los asientos para que no se sentara la gente, en los pasillos diciendo que guardaras la distancia de seguridad... todo el rollo.



Cuando llegué a Puerta de Toledo ya no llovía y las calles estaban secas. Una aventura divertida.

sábado, 30 de mayo de 2020

Banderolas sociograma

Hace unos días le contaba a Luis una reflexión que me hice en su día sobre las banderolas; Dado que  cada una de las "cuerdas"o cintas de banderolas supone ponerte de acuerdo y elaborar un plan con el vecino de enfrente con quien vas a tenderla, al final acaban constituyendo una suerte de vínculos entre los vecinos mejor avenidos. Miras cada ventana y puedes hacerte a una idea aproximada del grado de sociablilidad de la persona que vive en esa casa. Mónica por ejemplo, que fue la primera del bloque en tender banderolas con los vecinos, lo hizo con los gays sevillanos del 31, con la italiana del 30, con Rosalía (creo) la mamá de los mellizos... Pero antes ya había tendido la cuerda de globos con la pareja no pareja de enfrente...  "¿Como un sociograma?" Me preguntó Luis. "Exáctamente ocmo un sociograma, eso es lo que yo pensé" "¿Y eso se puede fotografiar?" "Pues lo intenté, pero era muy difícil, no acababa de salir bien la foto"


Aún así, cuando volvía ayer calle abajo y vi su ventana abierta, con colorines en forma de triangulitos saliendo por ella, me pareció una imágen bastante descriptiva

jueves, 28 de mayo de 2020

Free Mary Jane... rest in peace

La vi por primera vez un 19 de mayo en uno de mis paseos de la fase 0. Había estado dando un paseo a pie por el barrio, y a la vuelta me detuve en la Plaza de la Iglesia Rota a reconocer el terreno. Las jardineras estaban habitadas por hierbas silvestres que habían aprovechado para crecer durante la cuarentena, escapándose del rigor categórico de los jardineros. 

Buscaba amapolas, creo recordar, pero repasaba con la mirada todas las florecillas silvestres, incluídas unas plantas que parecían berzas y que resultaron ser berzas. En flor. Y entonces la vi a ella, Mary Jane. "¡Pero bueeenooo, cómo tú por aquí? ¿De dónde sales, te ha plantado alguien o sales de una semilla que se le ha caído a un pájaro? En cualquier caso, amiga Mary... no creo que dures mucho. Hasta que alguien te vea y te arranque. Te va a dar igual no haber dado tu fruto inflorescente... no va a haber piedad para ti. Pero yo sí, yo te respetaré y te visitaré con discreción para no revelar dónde estás."


Y así fue; le visité a  escondidas y le hice fotos con total disimulo, para que quien me viera no sintiera curiosidad de qué estaba retratando, delatando así su existencia. Que la gente es muy envidiosa y en cuanto te ven apuntando la cámara a algún sitio ya vienen detrás con la suya, antes de ver qué estás fotografiando.


Volví a visitarla y retratarla el día 22...

 
...y el día 26...


Pasé varios días por las jardineras donde solía vivir, y me alegré viendo que ahí estaba, que se mantenía con vida...

...hasta que Madrid pasó a la fase 1, y abrieron las terrazas, y pasé por allí y mi corazón dio un pequeño salto cuando vi que todas las jardineras habían sido limpiadas de malas hierbas, y con ellas segaron la vida de ella, la buena yerba, mi Mary Jane.

Descansa en paz, donde quiera que estés.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Primeras cervecitas post apocalípticas

El martes, segundo día de fase 1 en Madrid, sobre las siete y media sonó mi móvil. No lo tenía registrado y lo contesté con recelo; "¿Hola?" "Hey, (...) ¿qué pasa?"  "¡Pacopepe tío, qué es de ti!?"

Aunque tenemos un grupo de Wasap Luis, Cari, Gema, él y yo, y esta cuarentena nos hemos comunicado esporádicamente por ahí, Pacopepe no ha dicho esta boca es mía salvo una vez al principio que yo le pregunté explícitamente si estaba bien y nos mandó unos vídeos de sus retoños. En fin, que: "...adivina dónde estoy... aquí en Argumosa" "¡No fastidies! Voy en quince minutos!" "Vale, voy a buscar una terraza. He quedado con Floren y El Burgalés" "Guay, pero lo veo un poco chungo, ha abierto una pequeña parte de los bares, y las pocas terrazas que hay están petadas." "Pues mira de camino si te encuentras alguna. Mira la de El Parque de los perros" "Vale, guay. Salgo como en quince o veinte minutos. Nos vemos."

Sobre las 7.50 salí de casa. Pasaba por La Plaza de La Iglesia Rota a las ocho menos cinco, y me paré con la bici para ver cómo iba el tema aplausos por ahí y aplaudir con los vecinos. Al acabar vi que tenía un mensaje de Pacopepe que me decía que iban a buscar terraza por la calle Lavapiés, Cuando me dirigía por Sombrerete para allá me los encontré a los tres de bruces, enmascarillados, como dios manda.

Les saludé con un codo-pollo y les notifiqué que la terraza de Casino no estaba abierta. "Yo digo que podemos tener más éxito si pillamos unas latas y nos vamos al parque. O al césped, o si tenemos suerte, una de las mesas de picnic que han puesto." Hubo quorum. pillamos bebidas en una tienda de Embajadores y nos dirigimos al parque. Yo, ansiosa, me adelanté con la bici para explorar las mesas... ¡¡Aleluya!! ¡una mesa!. Les llamé con un silbido y nos reagrupamos, cada uno en una esquina de la mesa para hacer como si estuviéramos guardando la distancia de seguridad.

No éramos los primeros post-Covid que nos reuníamos en esa mesa; Pacopepe vio esta leyenda sobre ella, de ese mismo día, que leyó en voz alta:



Había un grupo de gente bailando en círculo, con tobilleras de semillas que sonaban al mover los pies, a nuestro lado una pareja jugaba al pinpón en una de las mesas destinadas a ello, las gradas estaban concurridas de gente contenta... todos estábamos de estreno y se respiraba muy buen rollo.




Estuvimos tomándola y haciendo turnos para ir de nuevo a la tienda y pillar otra ronda hasta las once, que los padres tenían que volver a sus familias, y los solteros a nuesras mascotas.

Nueva normalidad... ¡allá vamos!

martes, 26 de mayo de 2020

Fase 1

Ayer Madrid entró en la ansiada y muy perseguida fase 1. Eso quiere decir básicamente que abren las terracitas de los bares (a un 50% de capacidad) y los parques, aunque sigue habiendo horario por edades para pasear o hacer deporte.  También puede haber reuniones de hasta diez personas.

Montse, después de un confinamiento bastante solitario en El Boalo, por fin tenía luz verde para cogerse en coche y venirse a Madrid a ver a sus padres y hermano. Por la tarde Quique fue a buscarle a Aluche para traérsela al barrio y cenar juntos, y me dio un toque para si me quería unir a la selecta francachela, y pa'llá que fui.

Es curioso cómo cuando las cosas vuelven a la normalidad, una parte de nosotros se olvida de que durante tanto tiempo esas cosas no eran "normales", pero aún nos quedan rastros en el comportamiento  de lo que acabamos de pasar; parecía muy normal y natural estar ahí los tres reunídos de charleta, pero durante dos meses esa posibilidad nos había estado vedada.

Estuvimos haciendo un pequeño repaso de lo que había sido para nosotros toda la "cuarentena hard core", de cómo habíamos ocupado nuestros días, del deporte o no que habíamos hecho cuando no se podía salir a la calle más que para hacer la compra, de los entretenimientos como el ganchillo y otros proyectos artesanales-artísticos...

Entonces me acordé de aquel texto que me había mandado Montse al principio del todo de la cuarentena, que había escrito una chica cuando aquí en España se acababa de decretar el estado de alarma, desde la perspectiva futura de que todo había terminado ya y lo que había supuesto para la gente. Y le dije que quería releerlo para verlo desde la situación real de proceso finalizado, a ver si se habían cumplido "las predicciones".
In the Time of Pandemic
And the people stayed home. And they listened, and read books, and rested, and exercised, and made art, and played games, and learned new ways of being, and were still. And they listened more deeply.
Some meditated, some prayed, some danced. Some met their shadows. And the people began to think differently. And the people healed. And, in the absence of people living in ignorant, dangerous, and heartless ways, the earth began to heal.
And when the danger passed, and the people joined together again, they grieved their losses, and made new choices, and dreamed new images, and created new ways to live and heal the earth fully, as they had been healed. Published on March 16, 2020

Repasamos todas las esperanzas que las personas depositamos en el impacto y el aprendizaje que supondría la experiencia del confinamiento; de cuando Quique decía que los derechos laborales saldrían reforzados al demostrar los trabajadores su importancia en que la sociedad se mantenga, o cuando Pili decía que quizás las personas se darían cuenta de que no tenemos necesidad de consumir tanto y sí de respetar el medio ambiente, que tan reforzado se había visto con la ausencia de humanos... Pero lo cierto es que ya aquí, a la salida del tunel, todas esas esperanzas se habían disuelto, como lágrimas en la lluvia.

Sobre las doce de la noche, cuando decidí volverme para casa, me sorprendí a mí misma pensando en qué excusa podía tener para andar por la calle a esas horas si me paraba la poli... "¡Hey, que puedo decir que vengo de casa de un amigo!" Y miré atrás y pensé que qué tiempos más raros habíamos vivido en que carecíamos de esa libertad.

Me puse la mascarilla, y salí a la calle.

lunes, 25 de mayo de 2020

All you need is love

La semana pasada comentaba cómo los cacerolos de las 21:00 hs exudan y expanden una energía gris tirando a negra de mal rollito, resentimiento, confrontación y odio en general. Pues por lo visto alguien que se percato de esto -vaya, no hay que ser un lumbreras-  les replicó con "All you need is love" a todo volumen. El rollito ha cogido adeptos desde entonces, y esta canción se ha convertido en el himno contra las caceroladas

 

Quique dice que para ser más español, y a la vez darle un toque de originalidad, él va a poner el "Te estoy amando locamenti" de Las Grecas.


viernes, 22 de mayo de 2020

Estudio de seroprevalencia

Hoy me han llamado para la segunda fase del estudio... a ver, empiezo otra vez.

Hace dos semanas, el día 7 de mayo, me llamaron del centro de atención al paciente de la Comunidad para un estudio de epidemiología que se está haciendo en España. Al día siguiente una enfermera (o símil) se presentó en mi puerta con un acompañante. "Pasad" "No, no, nosotros nos quedamos aquí -en el umbral- ¿Tienes una mascarilla para ponerte" "Sí, claro" "¿Puedes traer una mesa aquí y una bolsa de basura?  ¿Una mesa? Mi "hall" de entrada es del ancho de la puerta, así que lo de la mesa es un pelín difícil. Tras elucubrar un poco pensé que la mejor alternativa era el ex-mueble del ordenador (de canto), que tiene ruedas y es fácil de trasladar. Mientras lo empujaba a la entrada, la enfermera procedía  a ponerse su EPI... toda vestidita de blanco, con sus gafas de plástico y su mascarilla... todo un poco irreal.


Yo pensando que menos mal que los vecinos no son cotillas y que no me iban a estigmatizar, pero si en vez de las pruebas de coronavirus fueran las del SIDA, me gustaría un poco más de discreción.

La prueba rápida en sí consistió en un pinchazo en el dedo con el que me extrajo sangre y lo puso en un cacharrito como las pruebas de embarazo, y a esperar 10 minutos. En el interin le comenté que ya se me había diagnosticado Covid pero que había sido por teléfono. "Las personas para este estudio han sido seleccionadas a partir de personas diagnosticadas?" Por lo visto no, era totalmente al azar. Le pregunté si al haber pasado ya la enfermedad las pruebas saldrían positivas. "No, porque podrías no haber generado anticuerpos?" "¿Cómooo? ¿No es imprescindible generar anticuerpos para vencer la enfermedad?" "No, porque lo habría combatido tu sistema inmunológico, con la fiebre, o lo que fuera"  Confieso que aquí pensé que me estaba haciendo una cobra conceptual para no mojarse, pero más adelante he confirmado que era cierto.

Aparte de la prueba rápida me dijeron que me podían hacer otra más precisa para la que te tendrían que extraer sangre (la PCR, siglas en inglés de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’) pero eso era voluntario "Pincha, reina". Oye, ya que estamos... Los resultados de esa me las darían más adelante.

Total, que tras los 10 minutos de espera, la prueba rápida dio... ¡negativo! Whaaat?


Confieso que no entendí mucho qué significaba ese negativo; entendí que era que en ese momento no tenía el bicho, y que la muestra de sangre revelaría si tenía los anticuerpos. No sé si eso fue lo que me dijo la sanitaria o si es lo que quise pensar, pero luego he estudiado mucho y parece que estaba errada. Eso revela que no tengo anticuerpos. ¿Cómo de fiable es la prueba? Esa es otra, a saber.

Además, aunque he encontrado esta tabla, que en teoría parece muy clarita... la prueba rápida qué resultados me dio, IgG o IgM?? (los anticuerpos IgM desaparecen en unas dos semanas y los IgG  permanecen durante años). Todo son incógnitas...


Resumiendo, puede que haya pasado la enfermedad, pero que para mi desgracia no haya generado anticuerpos. Efectivamente hay más maneras de combatir un virus que los anticuerpos. Esta es la información que he ido recopilando:

A fecha 12 de mayo, Alfredo Corell, miembro de la Sociedad Española de Inmunología dice en un programa de televisión: "Los anticuerpos son solamente uno de los jugadores de la orquesta del sistema inmunitario. Hay otros muchos actores, por lo tanto, cuando a alguien le sale negativo en los test de anticuerpos que no piense en que no vaya a estar inmunizado o que no vaya a estar protegido".

O sea, que según esto, mi negativo el test de anticuerpos no descarta que esté inmunizada...

Hasta que días más tarde (21 de mayo) leo un artículo en el que se dice lo contrario, que de hecho no todas las personas positivas en el test de anticuerpos de la COVID-19 están inmunizadas: Casi la mitad de las personas que han sufrido la infección de manera leve o asintomática tienen un nivel muy bajo de dichos anticuerpos -por debajo del límite de detección fiable. (...) En el caso de las personas que pasaron la infección de una manera leve, la falta de anticuerpos podría sugerir que otros factores inmunológicos han conseguido controlar la replicación del virus. En primer lugar, la inmunidad innata –la respuesta inmunitaria genérica–, no específica contra un patógeno concreto y que no es a largo plazo. Y en segundo lugar, la inmunidad celular, aquella ejercida por los linfocitos T y que puede destruir los patógenos residentes dentro de células, donde no llegan los anticuerpos.

Yo no sé si se me escapa algo o si es que como parece la comunidad científica está dando bandazos con este tema.

El caso es que, como decía en la primera frase del post, hoy me han vuelto a llamar para la segunda fase del estudio... me voy a preparar una batería de preguntas y esta vez no me pillan en bragas.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Ejercicio confinado

Comencé el confinamiento convencida de que podría hacer yoga todos los días siguiendo un vídeo de youtube, pero pequé de ingenuidad. A veces no sé por qué no soy capaz de stick to rutinas que quiero hacer, a veces no sé a priori lo que me va a costar un esfuerzo hacer y lo que no. Como con la película El renacido; la tengo pendiente desde el principio de la cuarentena, y no me acabo de convencer a mí misma de hacerlo... tengo el tiempo, pero hay ahí una especie de resistencia que no sé a qué se debe... soy un misterio. O escribir los posts del blog... una vez me pongo voy del tirón y hasta lo disfruto, pero a veces paso unos cuantos días con un post en la cabeza que quiero escribir, y no soy capaz. Será por falta de tiempo...

Pero en cuanto a mi rutina de ejercicio, afortunadamente no estoy descontenta del todo. A finales de Marzo leí un articulillo de Fitness Revolucionario en el que hablaba de los "Snacks de movimiento".


"Recomiendo menos snacks de comida y más snacks de movimiento. ¿Qué son los "snacks" de movimiento? Son micro-entrenamientos que haces a lo largo del día después de pasar 30-40 minutos sedentario. Pueden ser 20 sentadillas, 10 flexiones, 50 saltos con comba, colgarse 30 segundos de una barra de dominadas, o simplemente caminar 5 minutos. Incorporar estos snacks de movimiento a lo largo del día mitiga muchos de los problemas asociados causados pasar muchas horas sentados."

Me sonó muy bien y pensé que algo así quizás podría hacerlo, de modo que me apunté en la pizarra esas actividades, con la intención de repartirlas a lo largo del día.

Como  he dicho al principio, no sé por qué sí o por qué no, pero eso de distribuirlo a lo largo del día no he sido capaz de hacerlo, la intención va por un lado y la ejecución va por otro, y los caminos del porqué son inexcrutables. Pero lo que sí que he sido capaz de hacer es hacerme la rutina completa por la mañana... o bueno, al final acaba siendo más bien a mediodía, como a la una y media. No todos los días, no nos engañemos; pero sí acabo haciéndolo tres o cuatro veces a la semana; me lleva en total unos 40 minutos. A medida ha ido pasando el tiempo he ido aumentando las repeticiones y añadiendo nuevos ejercicios. No es perfecto, pero me conformo. Luego a lo largo del día quizás me hago unos saltos a la comba extras, alguna vez unos abdominales...



Hoy de hecho me he hecho un vídeo haciendo el saludo al sol, porque quería ver "desde fuera" si hay algo en lo que puedo mejorar, entre otras cosas el paso de la cobra a perro boca abajo, que siento que tengo que dar un pequeño paso hacia adelante, y no sabía si era porque mi perro boca abajo es demasiado "picudo" o porque quizás mis proporciones corporales son distintas... tengo que investigarlo, ahora que tengo la imágen.



A eso le añado mi paseíto de una hora y media, ahora que se puede, a pata o en bici. Pero de eso ya hablaré en otro post.

martes, 19 de mayo de 2020

Cacerolos mal rollitos

En las últimas dos semanas -o puede que más- ha ido cogiendo fuerza una cacerolada diaria a las 21.00 para protestar contra la gestión del gobierno con el asunto del confinamiento. Creo que lo convocó Vox, pero en cualquier caso quienesla secundan son de ese lado del espectro político.

Yo con todo el tema de la política intento ser ecuánime dentro del sesgo inevitable que a buen seguro tendré por ser simpatizante del otro lado del hemiciclo, pero hay una cosa indiscutible, y es el mal rollito y la energía de mierda de los cacerolos.

Se asoman a sus ventanas (aunque también se lleva mucho asomar solo los brazos portadores de la cacerola y ocultar el rostro) a generar un sonido estridente con significado ñe. Se sentirán hermanados con los demás cacerolos en su ralladura y cabreo, y después de sus 5 minutos dándole se volverán para dentro cabreados y pensando en qué hijos de puta el Pedro Sanchez y el Coletas. No creo que se queden hablando con los demás vecinos cacerolos, compartiendo "vecindad" y haciendo barrio.



Cacerolo... ¿Por qué te escondes?

¿Cese de los aplausos?

El 13 de mayo me llegó un wasap reenviado respecto al cese de los aplausos para los sanitarios:

Pero el 18 de mayo, sucedió algo que me hizo cambiar de idea:


En el artículo que estaba leyendo decía que Ayuso había enviado el siguiente tweet:

Desde twitter le habían contestado cosas como:

"Porque tú lo digas" 

"Ante mensajes así debemos seguir aplaudiendo más fuerte, con más convencimiento.y agradecimiento a quienes nos cuidan." 

"Perdona, no habléis en mi nombre. Yo aplaudiré mañana y pasado y el siguiente. Hasta que no haya ni un mínimo riesgo de muerte seguiré aplaudiendo a toda la gente que se juega la vida al salir a trabajar. (...)"

"De último día nada. Hay que seguir. Aplausos, gracias y medios. No a los recortes. La Sanidad Pública salva vidas."


Así que seguiré saliendo a aplaudir de momento.

Estos son comentarios de otras personas sobre los aplausos que leí por internet, y a los cuales me adscribo:

"Desde un punto psicológico creo que aparte de aplaudirles a ellos es un refuerzo colectivo el vernos las caras, asentir en el esfuerzo común, en definitiva un respaldo emocional individual de cada uno de nosotros".

  "Los aplausos son un espacio de interés colectivo de reconocimiento, ánimo, empatía, petición de refuerzo de los servicios públicos, desfogue... cada uno a dónde selo quiera llevar. Las caceroladas, que son también un espacio de expresión, pero yo sólo veo odio, rencor e interés individual".

jueves, 14 de mayo de 2020

Ciclo-rulo por el Oeste

Ayer en el cumple de James me enteré, provocándome un gran subidón, que la restricción de moverse a menos de un kilómetro del domicilio no se aplica para quienes hacen deporte. No solo eso, sino que además el Parque del Oeste está abierto. Dos mas dos son cuatro, y hoy me he ido a Moncloa a pasear por el susodicho parque. 

Después de un buen rato de subir y bajar cuestas me he parado un rato para sentarme en el césped, sacar unas fotos testimonio, enviarlas a Family, Pili y Tapeo cañí para notificar a todo el mundo las buenas nuevas, por si vivían en la inopia como yo, y descalzarme un rato para "hacer tierra" y absorber el buen rollo por la planta de los pies.



A la vuelta me he dado un super rulo ciclista por la calle paralela a Madrid Río (Madrid Río sigue cerrado) y he visto cómo van las obras de demolición del Bernabéu. Se habían quejado porque demolerlo levantaba muchas partículas que eran perniciosas para la salud, y había colegios cercanos, espero que durante la cuarentena hayan aprovechado para avanzar.




En fin, que vamos recuperando territorios y derechos poco a poco.

miércoles, 13 de mayo de 2020

James' birthday

El lunes pasado por la noche recibí un mensaje de Mónica que me decía: "Mañana es el cumple de James, te gustaría venir a casa a cenar algo? Cumple 40 y está depre porque no puede celebrarlo como pensaba. Prepararemos cosas ricas y hemos comprado cervezas. Vendrán 3 amigos que ya lo han pasado" "Ah, pues me encantará, gracias por la invitación ". La verdad es que el día que estuve cenando en su casa estuve muy a gusto, y si solo iban a ir 3 amigos más, a mi introversión le pareció "abarcable". 

Quedé en que llevaría una tarta de batata, pero luego me acordé de una especie de parche redondo que había visto en Pinterest que decía "Plague survivor" con una cabeza con la máscara esa de pico de la peste y pensé: "Esta es la mía; nos hago unos badges a todos los ex-apestados!" Por la mañana fui a imprimirlos en color en la tienda de electrónica de en frente del Mercadona, y a mediodía, después de la rehabilitación, ya estaba manos a la obra. 


Les puse una especie de goma-eva de un mouse mat que había guardado hace años por si me servía para algo, les pegué un imperdible por detrás con cinta guiri, los "plastifiqué" con cinta de embalaje, y los metí en bolsitas individuales; quedaron la mar de profesionales en su cutrerío.


A las ocho, con los aplausos, yo acababa de meter el hojaldre en el horno. Cuando al acabar "Resistiré" Iván puso el cumpleaños feliz de los Parchís en honor de James y aparecieron los futuros invitados por la calle con globos en las manos, estaba pitándome el temporizador para que rellenara el hojaldre, y emlpezara a contar la media hora de horneado de la tarta.

Al rato recibí un mensaje de Mónica diciéndome que ya estaban en casa, que bajara cuando quisiera, así que en cuanto la tarta estuvo lista fui para allá.

Allí estaban ya acoplados María y George (creo) que eran pareja y el chico indio -de cuyo nombre no quiero acordarme porque es muy raro- que está viviendo en casa de James, a quien de hecho yo había conocido muy fugazmente el día que estuve cenando con Mónica y James, que subió para que le dieran no se qué.  No sé si era amigo de antes o a raíz de ser su inquilino; creo que de antes.

Desde el principio me sentí muy a gusto y muy bien recibida e integrada, todo muy fluido y muy natural. En un momento dado les pregunté que si habían pasado la Covid-19 como introducción a la entrega de las chapas, y resulta que, Rashesh le vamos a llamar, no lo había pasado a pesar de llevar toda la cuarentena básicamente jugando con fuego porque vive solo y no aguanta el aislamiento. Pero bueno, yo saqué las chapitas y le di una a él también, a fin de cuentas era también "survivor". A todo el mundo le encantaron -de hecho se sorprendieron de que estuvieran hechas a mano- y se las pusieron there and then.

La cena genial, todo muy rico, la conversación muy grata, muchas risas, muy a gusto. Ningún vecino llamó a la policía para denunciarnos, a pesar de que Rashesh se bajó a fumarse un cigarrito y a la vuelta se partía diciéndonos que se oía TODO desde la escalera... menos mal que tenemos vecinos majos.







Sobre las doce los invitados se empezaron a poner un poco nerviosos inventando excusas por si a la vuelta a casa (viven en Latina y Embajadores) les pillaba la autoridá, porque no se puede estar en la calle a partir de las once de la noche; al final ganó la opción de que se llevaran alguna medicina y decir que habían bajado a por ella. Pero yo como solo tenía que subir dos pisos, a la una menos cuarto creo que era, me despedí y les dejé a ello.

lunes, 11 de mayo de 2020

Duckface

Pues dicho y hecho; justo después de escribir el post anterior en el que hablaba de los tipos de mascarillas, y de mi intención de hacerme una con forma de pico de pato, me dije "por qué no ahora?". 

Cogí un filtro de cafetera melita, que los tenía para filtrar los licores caseros, me lo probé y le hice algunas ligeras modificaciones. Busqué entre mis telas a ver si tenía restos de las fundas de almohadas amarillas, pero no hubo suerte, así que tuve que conformarme con hacerlo en naranja, con las fundas de almohadas que no quise tirar cuando me deshice de mi funda de edredón que ya estaba muy viejita. Y en un ratito, dándome prisa porque tenía que preparar mi clase con Alba y Nura, me hice mi mascarilla.