sábado, 31 de diciembre de 2016

Pronóstico para 2017

Así sin apenas darme cuenta ha pasado otro año. No sé muy bien cuál es el balance, supongo que al menos no ha habido grandes acontecimientos negativos -que no es poco decir- aunque siento quizás un poco de estancamiento.

Para 2017 deseo acción, energía, ilusión, alegría... Deseo que el próximo 31 de diciembre mire atrás y vea que estos deseos se han cumplido con creces, eso sería bonito.

Hoy me he echado el I Ching y le he preguntado qué me deparará el nuevo año; me ha salido el hexagrama 45 sin mutaciones.

HEXAGRAMA 45 - LA REUNION 



Cuando hay que reunir, ya se trate de hombres o cosas, es necesario tener conciencia de lo espiritual, de la Voluntad Divina. Lo espiritual es trasfondo común de la comunidad humana. Como miembros de la Naturaleza, lo espiritual es el lazo de unión con el Cielo. Debemos atender los presagios recibidos, así lo que hagamos estará de acuerdo a la Voluntad del Cielo.

Vigilar lo imprevisto que pueda surgir en la reunión, en la acumulación. Separar lo que pudiera ser malo, las discusiones, los abusos de fuerza por parte de algunos... Hacer uso de la alegría, del buen humor, para relacionarse con los demás y la cosa será recíproca. 

Ofrendar grandes sacrificios... orar, sacrificar... Así el consultante irá concentrando esa fuerza moral e influyente capaz de unificar el mundo, de alcanzar grandes obras, metas..., de actuar para el Bien. 

Observar lo que cada uno va recogiendo y se irá comprendiendo su interior; es decir, su forma de ser, su carácter, sus tendencias, sus verdaderas inclinaciones. 

El momento promete abundancia floreciente, pero los medios a emplear deben ser proporcionales al fin o meta a alcanzar, evitando la avaricia, las acciones mezquinas. Así pues, adaptarse a las circunstancias, aceptar las cosas como son y actuar sometiéndose a la Voluntad del Cielo, 

 Lo guardo más que nada como testigo al que quizás volver en un año, me resultan curiosas estas predicciones.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Mi Turquesita

Cuando me robaron Mi bici me partieron el alma. Con ella había prácticamente aprendido a montar con 19 años y a sus lomos hice un montón de cosas chulas en los veintipico años que estuvimos juntas. Muchísimas cosas.


Tras su desaparición forzada entró en mi vida La sustituta, así la llamé a la pobre. Mi relación con ella, que duro un año, fue correcta, se portó todo lo bien que se podía portar... pero no hubo sentimientos de por medio. 


Ahora tengo a mi Turquesita, ¡y sí, estoy enamorada de nuevo! Cada día me siento más unida y más contenta con ella, lo digo como lo siento. Es mi nueva compañera, estoy orgullosa de ella y agradecida de corazón por todo lo que de ella recibo, ¡Gracias Turquesita!

La primera foto que tengo de ella, el día que la compré
La última foto que le he hecho

(Post escrito a raíz de leer este artículo "Seis motivos para enamorarte de tu bici")

miércoles, 28 de diciembre de 2016

MiniMao

El 21 de diciembre recibí un wasap de Carmen preguntándome si podía acoger a un pizquito. Como las supernenas acababan de irse la verdad es que me apetecía el descanso, pero no me supe negar. Menos mal que al final era una acogida temporal de una semana, porque las chicas de su casa de acogida se tenían que ir a su tierra. 

Y así apareció MiniMao en casa. Se llamaba Chip, pero como es igual a Mao, el gatete que tuve las navidades pasadas en acogida temporal, lo más fácil era re-bautizarle para la semana que estuviera conmigo. 


Era un gatete caríñosísimo y super sociable que le gustaba siempre estar conmigo -o con alguna persona. El primer día Laura estaba en casa y estaba con ella todo el rato y hasta durmió con ella! 



En su afán de estar encima de la gente no dudaba en treparse hasta mi hombro!

También le encantaba el calorcito y lo buscaba como un loco, no sé si porque pasara mucho frío en sus primeros días de vida, pero lo mismo le valía la salida de aire del portatil,

que el radiador 

 o hasta la vitrocerámica! Qué peligro...


Muy hablador y muy divertido, aunque eso de que fuera solo uno me obligaba a entretenerle más y a darle un poco de caña.



Fue una estancia muy breve pero bastó para que me diera penusca cuando se fue.

martes, 20 de diciembre de 2016

Nace el invierno

Hoy es el último día de otoño; mañana empieza el invierno.

Anoche soñé que tenía un hijo. No que lo tenía, sino más bien que lo paría; soñé todo el parto. Muy extraño todo.


No estaba en el hospital, estaba en mi casa. O en una casa, que era la mía. Mi madre estaba también, y otras personas que no recuerdo. Yo me ponía de parto; no notaba contracciones ni nada, más bien me daba cuenta de que estaba embarazada -en el sueño no se sabía quién era el padre ni parecía importar- pero no tenía mucha tripa. Empezaba a notar la coronilla de la cabeza saliendo entre mis piernas. No estaba asustada, si acaso algo sorprendida. Pensaba que ya a mis 47 años (aunque aún no los he cumplido) era un poco tarde para tener un hijo, y que quién lo hubiera pensado ya.

Como decía, notaba su coronilla, la tocaba con las manos pensando que iba a salir, pero no había contracciones para ayudar. Notaba que tenía ganas de hacer pis, y que si empujaba iba a mojar todo el suelo (quizás aquí no era mi casa) así que iba al baño, con cuidado de que el bebé no saliera. 

Al cabo de un rato alguien me decía que si quería que el bebé naciera tenía que empujar, así que yo empujaba, sujetando la cabecita que asomaba entre mis piernas. Notaba que había roto aguas. No sentía ningún dolor, y recuerdo que alguien me estaba grabando (la cara) y yo pensaba que qué inoportuno y que no iba a salir muy favorecida. Por fin el bebé acababa de salir, yo lo sacaba suavemente con mis manos; era muy pequeñito, no llegaría al kilo, y así lo hacía notar mi madre: "¡Qué pequeñito es!" Pero no pensaba que su salud esuviera en riesgo.

Yo lo miraba. Al cabo de un rato me daba cuenta de que aún no sabía si era niño o niña, aunque imaginaba que tenía que ser una niña. Mi madre me decía: "Mira, no tiene nada" mirándole entre las piernecitas- "es una niña". Yo miraba y veía la forma de su vulva pequeñita, y pensaba que sabía que si alguna vez tuviera un hijo sería una niña.

Luego, de estas cosas que pasan en los sueños, yo me iba y dejaba al bebé al cuidado de mi madre. Más tarde me daba cuenta de que no le había dado el pecho, de que tendría hambre. Le acercaba a mi pezón, mi madre decía "se lo tienes que acercar mucho". El bebé se enganchaba, y yo sentía... muy difícil de describir. Sentía cómo la leche salía de dentro de mí por el pezón, pero era como una energía, una fuerza. Y una sensación parecida a la excitación sexual pero diferente, como de conexión muy íntima. 

No recuerdo qué más pasó. Lo que me resulta curioso es que no llegué a ponerle nombre a la niña, ni estaba exhultante, ni tenía miedo... era todo un poco neutral. Sí pensaba que cómo iba a poder cuidar de ella y darle un espacio en mi vida, pero no con mucha preocupación.

Nunca había soñado algo así, y me gusta que haya sido el día antes del solsticio de invierno; me hace pensar que tal vez algo nuevo vaya a nacer en mi vida.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Bufanda serendípica

El sábado pasado adoptaron a las pequeñitas. Yani y Hilde, dos voluntarias, subieron a casa antes de que llegara la adoptante. A Yani ya la conocía personalmente de varias ocasiones, pero a Hilde solo la conocía del grupo de wasap de las supernenas. Abrí la puerta cuando aún estaban subiendo por las escaleras; en cuanto vi a Hilde me fijé en su bufanda:

-Ahi va, esa bufanda es igual que una mía que me encontré en Ámsterdam.

-Ah, ¿si? ¿y no será esta? Porque la compré en un mercadillo de Protección Felina el mes pasado.

-¡No fastidies! Pues podría entonces ser la mía. Y mira que me gustaba, pero es cierto que no me la ponía, y no me extrañaría haberla donado... pero de eso ya haría un par de años al menos! La voy a buscar, a ver si la tengo o qué.

Y ahí se quedó la cosa.


Hoy he recibido un wasap de Hilde: "Laurita plis confirmarme q has dado "tu" bufanda traida de Ámsterdam para Proteccion felina.  Yo casi me caigo de culo de tanta casualidad. ¡Y bien bonita que es! Y solo me pidieron 1 € y el resto lo dejé de donativo.  El mundo es un pañuelo."

"Hilde, el mundo es, efectivamente, un pañuelo. Me fascinan las casualidades, y esta es en cualquiera de los casos una de las gordas. Lo he estado pensando y tiene que ser la mía; aunque me gusta mucho hacía tiempo que no me la ponía, y aunque no lo recuerdo, yo soy de las de encontrarles un nuevo hogar a las cosas que no uso, así es como ha llegado a ti. Que sepas que me la encontré en Ámsterdam en el 92, así que mira si tiene años! ¡Cuánto me alegro de que la estés usando!"

"IMPRESIONANTE. del 1992. Madre, 25 añitos tiene la bufanda, estoy emocionada. Además me encanta y he jubilado a todas mis otras bufandas. Las voy a dar para cualquier ong, a lo mejor dentro de 10 años te cae una de las mías.

"Jajajajaja!!! 25 añazos! Mola, ¿eh?"

martes, 13 de diciembre de 2016

Puente en Las Lagunas

Cuando vamos a Las Lagunas el plan number one -al menos para mí- es la holganza, pero si no quieres que la holganza vire al aburrimiento, no viene mal llevar algunas "tareas" que hacer, y algunos de los materiales; allí hay muchos otros materiales y herramientas.

Este puente hicimos:
sujetacables de cuero

Velas de cera virgen

libélulas de macramé (y una mosca)
Otra de las pocas actividades que llevamos a cabo es dar un paseito por la laguna; con la puesta de sol está preciosa!




El sábado me fui yo sola a dar el paseíto del atardecer, porque la gente ya no tenía ni ganas de eso... ¡qué vaagooos! Yo con mi cámara en ristre, tan contenta. Me gusta mucho allí hacer fotos con la línea del horizonte justo en medio, porque me recuerda a una gráfica de sonido. Del sonido del silencio pienso siempre, por la paz y tranquilidad que se respira





Y la luna, casi llena



El viernes y el sábado nos hizo unos días tan buenos que hasta estuvimos tomando el sol en el patio. Si no hubiera sido por la nota discordante de la intempestiva ira de Ángela el sábado, todo hubiera sido perfecto -pero no pudo serlo. Al menos yo me llevo mi aprendizaje.

El domingo por la mañana una niebla espesa cubría todo; antes de recoger para volver a Madrid me fui a dar un paseo cámara en ristre. ¡Qué bonita y qué romántica es la niebla! Y el rocío.






martes, 6 de diciembre de 2016

Hygge

Hygge (pronunciado "hu-ga")


El invierno, el frío, incluso la lluvia fuera, y tú dentro, calentita, con una taza de té caliente entre las manos, con luces tenues -velas tal vez, olor a incienso.

Un baño caliente y humeante; sin prisa, deleitándote en el agua, en el sonido del agua al pasar la mano por ella. Música relajante y suave.

Sentarse frente a una chimenea, mirando el fuego, las brasas, con la cara caliente, tomándote una copa de vino, una conversación agradable, risas...

Leer un libro tirada en el sofá, con una mantita y un gato ronroneando a tu lado.

Tratarse bien a uno mismo, disfrutar de  placeres sencillos y cotidianos, encontrar los estímulos que te hacen sentir bien, relajada, a gusto...

No soy danesa, pero creo que todo esto es hygge.

Decoración navideña

Luego me quejo de que en Madrid ponen la decoración navideña de las calles demasiado pronto, pero en cuanto lo veo ya me pongo a pergeñar cómo voy a decorar yo la casa. Este año las gatitas han condicionado no poco la decoración, porque si quería que me durarar algo tenía que estar fuera de su alcance o al menos no ser frágil!

Además estas navidades son las primeras con el salón turquesa, que resulta menos acogedor y hogareño para el invierno, y encima la pared donde va el árbol es blanca, así que no ha quedado tan chuli como en años anteriores, pero el cambio per se también mola.







Como se puede observar, los copos solo llegan hasta determinada altura; la altura a la que las gatitas no alcanzan. El árbol lo he fijado a la pared con unas buenas alcayatas, con su correspondiente taco en la pared, que lógicamente me tocará quitar y emplastecer cuando acaben las fiestas, pero es que si no no me dura; si no, observad.



¿la queréis ver en movimiento? Pues hela aquí:



Gatitas malcriadas


¿Del uno al diez, cuánto me molesta que estén hozando entre los envases para reciclar, lamiendo con fruición latas vacías de atún, de su comida... de quién sabe cuándo? -calcula mi mente en una fracción de segundo. "Un siete" -se responde. Vale, pues entonces que sigan. Total, mientras están haciendo eso no están haciendo otra cosa que me pueda importar más.

Así debe de ser como los padres malcrían a sus hijos

domingo, 27 de noviembre de 2016

Cintas nuevas para el manillar

Las cintas del manillar de Mi Turquesita ya tenían como un año y medio y se estaban empezando a pelar. No sé si es que les había dado mucha tralla o si es lo normal, porque es la primera bici de carretera que tengo; lo cierto es que aunque Pacopepe insistiera en que le daba carácter, a mí no me gustaba.


Tenía ya en mente hace tiempo hacerme unas de cuero; Pepe, de Casa de bicis, me enseñó unas muy chulas por si me animaba a hacérmelas, y desde entonces no se me habían ido de la cabeza.

Total, que dos más dos son cuatro; había llegado el momento de ponerme manos a la obra. Este Black Friday aproveché para comprarme un retal de cuero en El Rastro rebajado a 1.50€ -aunque a lo mejor, quizás, tal vez, era su precio normal y me lo estoy inventando- y ayer sábado, aprovechando que el día estaba lluvioso y no invitaba a salir, reuní los utensilios necesarios sobre la mesa y me puse a ello.



 Corta que te corta...
 Agujerea que te agujerea...
 ...y cose que te cose...
...et voila!

domingo, 13 de noviembre de 2016

Saramago en la Carlos III

El viernes a la vuelta de Pilates lo ví... "Pero esto tiene que ser algo oficial o autorizado, si no de qué tanto descaro con la plataforma elevadora, a plena luz del día..."


Hoy me he acercado para hacerle la foto con la cámara (no con el móvil) y con mi Turquesita delante, y a la vuelta he googleado un poco para enterarme de quién era la persona retratada, sobre el autor de la obra y demás. 


Así he descubierto que el retratado es Saramago, que el artista es el portugués Alexandre Farto, más conocido como Vhils, considerado por la cadena CNN como uno de los tres mejores artistas callejeros del mundo, y la obra forma parte de la reivindicación del arte en espacios públicos impulsada por el Ayuntamiento de Madrid. Ole.

Ah, y que el retrato está esculpido a golpe de taladro.



Además, según uno de los artículos en los que me he informado, 

"al retrato de Saramago, le seguirán otros cinco murales en el Distrito Centro. El próximo a finales de este mes, en la plaza de Nelson Mandela del barrio de Lavapiés, en colaboración con la Embajada Sudafricana en España. (Ese no me lo pierdo) 

Para el primer semestre de 2017 el Consistorio planea otras cuatro obras ejecutadas con técnicas dispares, firmadas por diferentes artistas y colectivos. Uno de los murales se realizará con la asociación de diseñadores DIMAD en la Plaza del Carmen, el siguiente será un muro de iluminación elaborado por la Asociación de Iluminadores en la Plaza de Santiago, el quinto lo creará la Escuela de Cerámica de Madrid en las inmediaciones de la Plaza de España y, por último, la Fábrica de Vidrio de la Granja firmará su obra en la plaza Soledad Torres Acosta."

A ver si estoy al tanto, porque puede merecer mucho la pena verlos. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Pollas y Garcillas en el Manzanares

Ayer vi una polla. De agua. En el Manzanares.


¿Sabéis que lo están renaturalizando? Le abrieron las compuertas el pasado mes de mayo y le han dejado fluir a su libre albedrío. Ahora hay menos caudal pero el agua corre y hasta se la puede oír!

Se han formado isletas con vegetación; juncos y demás plantas. Están llegando aves (pollas de agua, patos mandarines, garcillas...) y dicen que hasta peces -pero yo no conseguí ver ninguno.

Patos mandarines: hembra arriba, macho abajo

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Garcilla blanca
Qué paseo más rico; desde Glorieta de Pirámides hasta el Puente de los Franceses, unos seis kilómetros de ida y otros tantos de vuelta disfrutando el río, que por más que Quevedo se burlara de él llamándole "aprendiz de río", es el que tenemos, y hay que quererlo. Y bien bonito que está.



Mi Turquesita, que me llevó a su lomo todo el camino.