sábado, 25 de abril de 2020

¡Se armó la tremolina!

Ayer cuando publiqué el post poco sabía que aquello no era más que el comienzo de una mucho más gorda. Como los vecinos estamos todos a la que salta para poder entretenernos y liarla un poco, una vez colgaron las primeras guirnaldas todos se apuntaron al tren de decorar la calle.

Oí voces fuera, reconocí la de Mónica, mi vecina, y me encontré con esta escena... "Pero cómo es que teníais esos globos" -le pregunté. Pero parece ser que no eran suyos, sino de los vecinos de en frente. Ahí estaban atareados, inflando globos, atándolos a la cuerda, y Mónica y James desde abajo tirando de la cuerda poco a poco.




Total, que a la hora de los aplausos ya estaba hace tiempo todo el mundo asomado a sus balcones observando la evolución de los acontecimientos y jaleando a los vecinos decoradores a lo largo de la calle.Y en los aplausos propiamente dichos, que como no, empezaron a y 58, había hasta unos periodistas con sus cámaras grabando todo desde la calle. 

Normalmente al acabar el "resistiré" viene el "Buenas noches, hasta mañana" de los Lunis, pero como ayer era viernes y todos los vecinos teníamos el subidón de embriaguez de vecindad, nuestro DJ Iván fue encadenando una canción tras otra, los vecinos bailando se fueron sacando sus bebidas a los balcones, terrazas y ventanas, y dándolo todo al ritmo de lo que nos pusieran. Yo me puse mi vermú, pero lo viví ya todo desde dentro de casa.

Suena el móvil; un mensaje. Víctor en el grupo wasap de la comunidad: "Oye vecinos Monica...Laura... tenemos que poner banderolas con los de enfrente!!! Que nuestro edificio quedó aburrido!! Compro y los ponemos la semana próxima ??"  Y Mónica contesta: "Hemos comprado esta tarde. Os damos que nos llegan el miércoles 80 metros" ¿¿Ochenta metros solo?? Debió de pensar Victor, porque en seguida contestó: "Compro más así lo ponemos bien cargadito, Vale??" Y a los cinco minutos ya lo tenía: "Acabo de comprarlos . Me llegan el miércoles también. 240 metros, así que el miércoles tenemos trabajo comunitario con los del edificio de enfrente !" Yo: Jajajaja, ¡¡Se nos va de las manos!!" 

Como a las nueve de la noche, Ivan, el DJ, puso Los Lunis para ir finiquitando, pero las hordas de vecinos clamaron al unísono "Ooootra, oootra..." y el cachondeo siguió. Que si el "la, la, la, la", que si el Dancin queen, que si el Bella ciao...  La gente con sus guirnaldas de luces en los balcones, uno por ahí sacó una bola de discoteca de esa de luces, que se proyectaban en el edificio de enfrente... en fin, felicidad en tiempos de coronavirus...


Hasta que, desde casa, oí que la música paraba abruptamente, me asomé, y era la puli, que dijo que bueno está lo bueno, y que cada mochuelo a su olivo. ¡Que en su olivo ya está! Bueno, pues que basta el cachondeo. Y así fue.

Esta mañana en la calle había ambiente de "resaca del subidón"; los vecinos se hablaban; incluso yo me asomé para ver a Iván y su compañera de piso que estaban poniendo más banderolas, y globos y movidas... Y me dice el vecino de en frente arriba -que aún no sé como se llama- "Pues tu vecino ha comprado 200 metros más"  "Lo sé..." Un pelín sobreactuado todo, if you ask me... pero deja a los chavales que caminen como ellos camelen...

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