viernes, 1 de noviembre de 2013

Cleo y Neko

Tengo otra vez gatitos en acogida. Son Cleo -con su trufita bicolor,
 y Neko, (que es gato en japonés).

 Son, como se puede ver, muy guapos. También son muy divertidos y muy cariñosones; sobre todo Neko. Si estoy acariciando a su hermana, él se acerca a mí mano y maúlla para pedir que le toque a él. O me da cabezazos a la mano. Intento repartirme por igual con los dos cuando les hago carantoñas, pero seguro que al final Neko recibe más, porque es un mimoso redomado y siempre anda mendigándolo.

Cleo sin embargo es siempre la primera en trepárseme cuando estoy sentada al ordenador, acoplarseme sobre las piernas y empezar su ronroneo de locomotora a la mínima que le hago; ¡a veces no tengo ni que tocarla! Luego su hermano ve lo que hay, se pone celosillo y se me trepa también.


Ayer estaba en el sofá tirada y se subieron los dos al pecho y se me durmieron encima. Yo tenía una mano sobre cada uno, y notaba sus respiraciones cortitas, desacompasadas una respecto a la otra, y luego mi respiración -desde el estómago, por tener a los gatitos pesando encima del pecho- mucho más larga. Los tres ahí tan plácidos. Tuve una sensación cuasi-mística, sintiendo que éramos distintas formas de vida compartiendo un espacio por las circunstancias que nos habían unido.

Ya he tenido varios gatitos en acogida, y en la mayoría de sus comportamientos son todos muy parecidos, pero siempre hay algo que los distingue; Cleo y Neko por ejemplo solo andan por la casa alegremente cuando estoy yo; siempre que vuelvo de la calle están escondidos detrás del respaldo del sofá. Debe de ser un comportamiento de supervivencia para esperar a su mamá, pero estos lo han aprendido tarde, porque se los encontraron en medio de una carretera.

Además estoy pasándomelo muy bien mirándoles jugar. Les he hecho algún vídeo gracioso, y también bastantes fotos que me gustan -jugando no muchas, porque salen casi siempre muy movidas!




Me hacen las cosas coreográficamente, más monos...

A Flecha no le han cogido el punto aún, pero ella ya está empezando a perseguirles a ellos también, no solo les esquiva o les ignora como hasta ahora.

Anoche me puse en el ordenador presentaciones de las carpetas de fotos de cada gatito o pareja de gatitos que he tenido; lo disfruté un montón, y me alegré de haberles hecho tantas fotos y algún que otro vídeo, y me encantó ese paseíto por el pasado. Recuerdo cada foto, cuándo la hice, y me transporta a ese momento, cómo era entonces, a cómo me ayudó cada uno a estar un poco más contenta...

Porque siempre es una alegría tener un gatito, mirarle jugar y descubrir el mundo... Aunque también me alegre cuando encuentran una casita para ellos y recupero la tranquilidad -y la valoro más.

Win-win situation, o "Esto, también pasará".

(Para la actualización, pincha aquí)

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