lunes, 3 de febrero de 2014

Mibici ya es azul

Esta es mi bici. Es la primera y la única bici que he tenido en toda mi vida. La compré hace 24 años en Calmera, por 57.000 pesetas -aún conservo el recibo.




Bueno, vale, miento un poco. Tuve otra bicicleta el año que viví en Ámsterdam; se llamaba Flower Power -por las margaritas que le pinté. Me duró hasta una semana antes de volverme, que me la mangaron sin más del parking de bicis de la residencia. Me pareció bien, porque la había comprado en el "mercado negro", así que ese fue el mejor final para ella; volver al circuito. 

Flower power, también retratada en la foto de cabecera del blog
Flower power fue apenas una gota en el océano de Mibici, que existió antes y después de ella, y quién sabe cuánto tiempo más será mi compañera. No sabría por dónde empezar para calcular cuántos kilómetros hemos recorrido juntas; han sido muchos, y muy disfrutados.

Pero mi confianza en Mibici estaba flaqueando, lo reconozco, la veía cada vez más viejita y ajada.

Por eso este verano me decidí a comprarme una bici nueva después de mucho, mucho, mucho debatirme. Y después de mucho, mucho buscar me di cuenta de que si lo que buscaba era prácticamente una réplica de Mibici con algunas alteraciones... quizás podría super-tunearla y serle fiel para siempre?

Así que la llevé a pedir presupuesto para pintarla y makearla con un par de cosas más. Mientrás el tipo de la tienda la inspeccionaba por delante y por detrás y alababa su estructura -"Tiene un cuadro muy bueno ..."- y yo me sentía ufana mientras perceptiblemente arqueaba la ceja izquierda, de repente, ¡hachazo!: "Ah, no; esta bici va a morir pronto." - señalando una soldadura detrás, unas líneas finitas de óxido que apenas se apreciaban -"Esta bici muere este invierno, o como mucho te dura un año más." -"¡¡¡NOOOOOOOOOOO...!!!"-grité para mis adentros, mientras el alma se me partía.

Cabizbaja salí con Mibici de la tienda, y cabizbaja salí de cada una de las tiendas de bicis en las que busqué en vano su sustituta. Además sufría pensando en el destino que le depararía a Mibici cuando encontrara otra, ¿dejaría que acabara de corroerla el paso del tiempo, hasta que quedara convertida en un despojo, en un triste coroto? De nuevo, ¡¡¡NOOOOOOOOO!!!, pero esta vez heróico. 

Resumiré en un pispás lo que sucedió a partir de entonces, que esto se está alargando mucho.

-Mientras busca bici nueva, Laura lleva Mibici a otra tienda para que vean posibilidades de soldarla aunque sea cutremente, y dejarla  curada y operativa para salidas al campo.
-Muchacho de tienda, escéptico, escarba con dremel en las supuestas fisuras para comprobar profundidad.
-La profundidad tiende a cero.
-Gran alegría y regocijo para Laura.

Así que según escribo esto, Mibici está totalmente desmontada, y su cuadro, a varios kilómetros del resto de las piezas, es ya azul metalizado. Al regreso del mismo, el muchacho irá montando sobre él algunas piezas de antes y algunas nuevas piezas (otro manillar, otro sillín, otros pedales etc. ) en una suerte de rejuvenecimiento de cuerpo y espíritu; de nueva vida.

Va a ser muuuyyy raaarooo el reencuentro. Espero que me guste el cambio.

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