El invierno, el frío, incluso la lluvia fuera, y tú dentro, calentita, con una taza de té caliente entre las manos, con luces tenues -velas tal vez, olor a incienso.
Un baño caliente y humeante; sin prisa, deleitándote en el agua, en el sonido del agua al pasar la mano por ella. Música relajante y suave.
Sentarse frente a una chimenea, mirando el fuego, las brasas, con la cara caliente, tomándote una copa de vino, una conversación agradable, risas...
Leer un libro tirada en el sofá, con una mantita y un gato ronroneando a tu lado.
Tratarse bien a uno mismo, disfrutar de placeres sencillos y cotidianos, encontrar los estímulos que te hacen sentir bien, relajada, a gusto...
No soy danesa, pero creo que todo esto es hygge.
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