martes, 7 de enero de 2014

Terapia navideña

Me han encantado estas navidades. Estoy feliz con cómo las he disfrutado y aprovechado y con lo terapéuticas que han sido.

Las empecé cansada, con unos niveles de energía bajo mínimos que ya arrastraba desde hacía demasiado tiempo, y encima con un catarro/costipado extraño y la cabeza como un bombo -de hecho en Nochebuena y Navidad estaba bastante precaria; parecía que tenía algo maligno dentro que no acababa de expulsar de mí. Recuerdo que pensaba: "Jo, si yo antes tenía energía para hacer cosas, y estaba en casa y decía, ¡voy a cogerme la bici y darme una vuelta! Ahora no puedo con mi alma." Empezaba a pensar que quizás era la edad y que ya no volvería a la "normalidad" nunca.

Estas dos semanas largas de vacaciones han sido tan reponedoras, tan tranquilas, tan perfectas! Me siento descansada, con una energía sosegada pero firme, preparada para reanudar las rutinas con fuerzas renovadas.

La mayoría del tiempo -salvo las celebraciones familiares- he estado en casa a mi libre albedrío, going with the flow, improvisando mis días. Bueno, improvisando parcialmente; al principio de las vacaciones me hice una lista con cosas que quería hacer ya que iba a disponer de tiempo libre, desde pequeñas reparaciones en casa o de ropa (un botón en un guante aquí, pegar el asa de la tapa de la cacerola allá...) hasta los regalos de reyes, que todos los años intento hacer yo misma. Estos han sido algunos:

Botellitas de aceite de lavanda para Ángela y Mon,
Bolsitas de fieltro, conteniendo bolas de cristal tallado para mis hermanos,
Botella y camiseta para Quique y Marcos...
Este año me he dado cuenta de lo perfecto que es elaborar yo los regalos, porque me mantiene entretenida durante las vacaciones haciendo cosas creativas que disfruto; es como una terapia ocupacional. Y al final de las vacaciones doy esas cositas chulas a las personas a las que quiero.Y de extra: no tengo que ir de compras a tiendas abarrotadas, y me gasto bastante menos pasta -que aunque ese no sea ese el principal motivo o la principal ventaja, ahí está.

También he aprovechado para poner orden en casa, siempre suelo hacerlo en navidades; repasar armarios y cajones, ver qué guardo y hacer limpia; esto sí lo quiero -bueno recordar que está aquí- esto lo regalo, esto lo organizo de otra manera... Ahora tengo la sensación de que todo está controlado, minimizado, optimizado, descorotizado, despejado y en su sitio, y es una sensación muy agradable.

Dicho lo dicho y para finalizar el post, estas son algunas imágenes que las fiestas nos han dejado:

Celebración del solsticio con Ángela

Jara pintarrajeada,
Adorno hecho con una bobina de hilo antigua -el del muñeco de nieve de fieltro del fondo también hand made with love.
Mi madre haciendo una foto de la comida, qué hipster ella...

Con las uvas aún en la faringe

Dani Bro en uno de sus posados... este chico no sale normal nunca.
Los Reyes en casa.
Fin de las navidades.

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